¿Por qué tu presencia en LinkedIn no es opcional (aunque no busques trabajo)?

Lo escuché muchas veces.
Y, durante mucho tiempo, me hizo sentido.

Mi perfil de LinkedIn estuvo inactivo mucho más tiempo del que me gustaría admitir.
No publicaba. No interactuaba. Apenas lo tenía actualizado.

Y no porque no entendiera su importancia —soy consultora de marca personal—,
sino porque, cuando se trata de aplicarlo en una misma, todo se vuelve más difícil.

No sabía por dónde empezar.
No quería hacer contenido por obligación.
Y sentía que, si no iba a hacerlo bien, mejor no hacía nada.

Pero entendí algo clave: el silencio también comunica.

No participar, no compartir, no mostrar tu perspectiva… no pasa desapercibido.
Especialmente si liderás, ocupás roles estratégicos o querés sostener una reputación fuerte en tu industria.

Lo que no decís también dice algo.
Y LinkedIn, te guste o no, es el lugar donde eso se nota.

LinkedIn no es solo para buscar trabajo. Es para sostener autoridad.

Hoy, si alguien quiere saber quién sos, qué hacés o cómo pensás, va a buscarte en LinkedIn.
Y si lo que encuentra es un perfil sin actividad, sin contenido, sin señales tuyas,
el mensaje es claro: no estás presente.

Mientras tanto, otras personas —quizás con menos experiencia, pero más visibilidad—
empiezan a ser percibidas como referentes.

Visibilidad no es ego. Es estrategia.

Y tener una estrategia no significa publicar todos los días ni exponerte más de lo que querés.
Significa elegir cómo querés estar presente: con intención, con claridad, con propósito.

Estoy construyendo mi presencia en LinkedIn ahora.
No como quien ya lo tiene resuelto, sino como quien tomó la decisión de estar.
De dejar de postergar.
De asumir que, hoy, la visibilidad también es parte del liderazgo.

¿Estás listo también para liderar desde tu voz?
Yo puedo ayudarte.

¿Querés seguir leyendo sobre cómo construir tu presencia en LinkedIn desde cero, con estrategia y sin disfraces?
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Acá no hay poses.
Solo contenido que conecta.

Contigo en este camino,
Eliana